La Comisión Electoral aumenta la posibilidad de aplazar las presidenciales en Libia
RPRESS Trípoli, 12 dic (EFE).- La Comisión Electoral Suprema de Libia pospuso hoy el anuncio de las candidaturas a las elecciones presidenciales previstas para el próximo 24 de diciembre, lo que multiplicó los rumores que apuntan a un aplazamiento definitivo de la polémica consulta, como quieren algunos centros de poder en el interior del país y trata de evitar la comunidad internacional, en particular la ONU y Estados Unidos.
En un comunicado, el ente encargado de organizar las que serán las primeras elecciones presidenciales de la historia de Libia desde su independencia de Italia en 1951 explicó que no publicará la lista de candidatos admitidos hasta después de que resuelvan algunos problemas legales, lo que reduce las opciones de cumplir con los plazos para llegar a tiempo a la fecha señalada.
«Dadas las sensibilidades de esta etapa y las circunstancias políticas y de seguridad que la rodean, la comisión está dispuesta a resolver todos los litigios para garantizar que sus decisiones cumplan», explicó.
Esos conflictos están ligados a la aceptación por parte de las autoridades judiciales de las candidaturas del mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte del país, de Saif al Islam, segundo hijo y presunto heredero del dictador Muamar al Gadafi -derrocado en 2011- y del actual primer ministro interino, Abdelhamid al Debaibah, un multimillonario que hizo fortuna en el sector de la construcción desde las empresas estatales de la tiranía.
Los tres habían sido rechazados en primera instancia por la comisión: Hafter y Saif al Islam por estar acusados y condenados por tribunales locales por crímenes de guerra, y el tercero por no cumplir con el principal requisito de la controvertida ley electoral, haber abandonado su puesto tres meses antes de la consulta.
Todos ellos interpusieron sendos recursos ante distintos tribunales locales, que ordenaron que fueran reintegrados a una carrera electoral en la que se han presentado como candidatos cerca de un centenar de personas.
Los llamamientos a posponer al consulta a febrero, junto a las legislativas, los lidera el Consejo Supremo de Estado, una suerte de Senado creado en 2015 durante el fallido proceso de reconciliación que dirigió el entonces enviado especial de la ONU para Libia, Bernardino León.
El citado Senado, cuyo líder mantiene estrechos lazos con Turquía -junto a Rusia, el país que más influye en el conflicto libio-, rechaza la ley electoral aprobada por el Parlamento desplazado en la ciudad oriental de Tobruk, el último elegido democráticamente -en 2014- pero que carece de legitimidad ya que no llegó a constituirse.
Junto al conflicto político, en los últimos meses se ha intensificado el movimiento de tropas y milicias tanto en el frente de Sirte y Al Jufra, congelado desde la tregua negociada por Moscú y Ankara en septiembre de 2020, como en las regiones del sur, hogar de las tribus Tebu y Tuareg, vinculadas a la economía corsaria que articula el norte de África y el Sahel.