Audrey Azoulay subraya en París el compromiso de SM Mohammed VI para reforzar la cooperación entre Marruecos y la UNESCO
La directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Audrey Azoulay, subrayó, el martes en París, el compromiso de SM el Rey Mohammed VI para reforzar la cooperación entre Marruecos y la organización de la ONU en varios ámbitos, entre ellos la preservación del patrimonio material e inmaterial de la humanidad.
RPRESS París, 24 enero 2023.- Audrey Azoulay, sabemos cuánto debe esta cooperación entre Marruecos y la UNESCO al compromiso de SM Mohammed VI y de la familia real», declaró Azoulay en un discurso pronunciado con motivo de la firma en Rabat, bajo la presidencia de SAR la Princesa Lalla Hasnaa, Presidenta de la Fundación para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural, de un acuerdo de asociación entre la UNESCO y la Fundación.
En el marco de esta cooperación entre el Reino y la UNESCO, recordó la celebración el pasado mes de noviembre en Rabat de una sesión «particularmente rica» del Comité del Patrimonio Inmaterial, subrayando que este patrimonio fue objeto de un importante anuncio por parte de Su Majestad el Rey, con la próxima creación de un Centro Nacional dedicado al patrimonio inmaterial.
La directora general recordó también la organización en Marrakech, unos meses antes, de una Conferencia Internacional sobre la Educación de Adultos, destacando los descubrimientos arqueológicos fundamentales realizados en Marruecos: el fósil más antiguo de homo sapiens en Yebel Irhud en 2017 y los ornamentos de la cueva de Bizmun, que han abierto nuevas perspectivas sobre los orígenes de la humanidad.
Audrey Azoulay resalta la labor SM Mohammed VI
Azoulay destacar también el compromiso de SAR la Princesa Lalla Hasnaa, Presidenta de la Fundación Mohammed VI para la Protección del Medio Ambiente, que acompaña a la UNESCO desde 2016 en sus acciones para salvaguardar los océanos y desarrollar la educación medioambiental, así como el trabajo realizado por la Fundación para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural de Rabat, que preside Su Alteza Real.
Según la directora general de la UNESCO, la ciudad de Rabat muestra también lo mucho que puede aportar, en sólo diez años, una inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial en términos de dinámica de política cultural, transformación urbana, desarrollo racional del turismo y oportunidades para las comunidades locales.
Gracias a esta dinámica en particular -y tuvimos la oportunidad de celebrar juntos el 10º aniversario de la inscripción de Rabat en la Lista del Patrimonio Mundial- Rabat fue elegida a la vez capital cultural del mundo islámico y primera capital africana de la cultura», se congratuló Azoulay.
«Estos éxitos deben mucho a su compromiso personal y a la labor de la Fundación», dijo a Su Alteza Real, congratulándose de la firma de un primer acuerdo formal de cooperación entre la UNESCO y la Fundación, aunque ambas instituciones ya habían empezado a trabajar juntas.
Este acuerdo, explicó Azoulay, abre nuevas perspectivas, no sólo en Rabat, no sólo en
Marruecos, sino también de manera más general en África, que es una de las prioridades estratégicas de la UNESCO y que constituye «la ambición de los proyectos que lleva a cabo la Fundación», felicitándose del éxito del programa «Descubro nuestro patrimonio», que ya ha beneficiado, gracias a los esfuerzos de Su Alteza Real y de la Fundación, a cerca de 4.000 escolares de más de 60 escuelas de Rabat, una actividad que se extenderá más allá de Rabat a todo el país y que sirve de modelo también en otros países africanos.
Su Alteza Real la Princesa Lalla Hasnaa, Presidenta de la Fundación para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural de Rabat, presidió el martes en la sede de la UNESCO, en presencia de Audrey Azoulay, la firma de un acuerdo de asociación entre ambas organizaciones.
La Princesa Lalla Hasna de Marruecos nació el 19 de noviembre de 1967. Es la menor hija del difunto Rey Hassan II y de su esposa Lalla latifa Hammou. Hoy es hermana del actual rey Mohamed IV y del príncipe Moulay Rachid.
Desde muy pequeña, la princesa Hasna se interesó por las actividades sociales y culturales, especialmente de las cuestiones ambientales de Marruecos.
Su abuelo sería quién le enseñe que retirarse el velo no quería decir renunciar al islam o a su cultura. Por ello cuando pudo comienza a buscar vías para lograr sus conocimientos y quizo integrar Occidente con su cultura.
En 1991 se enamoró y se casó con el cardiólogo Kalil Benharbit en 1994, la pareja tuvo dos hijas: Lalla Oumaima Brnharbit, nacida el 22 de diciembre de 1995 y Lalla Oulaya Bernhabit, que nació el 20 de octubre de 1997.
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