África hará tambalear el globalismo, augura la novela «La marcha negra»
RPRESS Sevilla, 16 septiembre 2021 (EFE).- «No es una distopía» por más que cuente una historia en la que lo que puede ser la esperanza para algunos representa el apocalipsis para otros», ha asegurado a Efe Daniel Pinilla, autor de «La marcha negra» (Samarcanda), una novela que, protagonizada por supervivientes, trata de cómo África puede hacer tambalear el globalismo.
El trasfondo de la historia, según ha explicado a Efe su autor, es «la proximidad» entre Europa y África, una circunstancia que tanto los gobiernos europeos como la mayoría de los ciudadanos del viejo continente parecen empeñados en ignorar.
«Un continente entero rebosante de habitantes rabiosamente jóvenes e insultantemente pobres tiene a un paso a una Europa congelada en su invierno demográfico y su crisis de identidad y de valores», ha dicho Daniel Pinilla, para añadir que «quien no quiera ver que ese desequilibro explotará antes o después es un ciego voluntario o alguien con falta de perspicacia».
Filósofo de formación y periodista y editor de profesión, Daniel Pinilla (Sevilla, 1974) ha optado por la ficción para abordar una situación que considera «insostenible», y ha dado vida a unos personajes encabezamos por un niño huérfano que ha logrado sobrevivir en uno de los grandes asentamientos chabolistas de África.
Ese niño logrará destacar en un entorno de máxima miseria y desesperanza «por su afición a la lectura, al conocimiento de la Historia y a pararse a pensar sobre cómo debe actuar para estar a la altura ética de su madre, una analfabeta que lo ha recogido y criado, junto a muchos otros niños que también malvivían en la calle».
El protagonista «siente la llamada de su propia conciencia pero no sabe cómo atenderla; se cree en la obligación de armar una revolución que permita a los africanos competir en igualdad de oportunidades en un mundo donde siempre están a la cola… y un buen día, decide pasar a la acción», ha señalado Pinilla, quien ha querido reflexionar sobre si son posibles los «retos al sistema».
Pinilla emplea el término «sistema» como sinónimo de «legalidad internacional» y ha asegurado que con esta novela ha aspirado a hacer «una reflexión ética», de ahí que sus personajes «atiendan a dudas morales» y se resistan a «acatar sin más una situación de crónica desigualdad de oportunidades».
La historia se desarrolla en la época de la covid-19 porque contiene detalles de análisis geoestratégico y otros relacionados con la política actual, pero, ha recordado el autor, siempre en el marco de un continente en el que «incluso los discursos científicos carecen del significado que tienen en otros puntos del Planeta»
Sobre lo políticamente incorrecto que pueda resultar el título de su novela, Pinilla ha explicado que acaba de salir victorioso de la experiencia de superar un tumor cerebral aunque se encuentra asumiendo sus secuelas, y que tal vez, también por ese motivo, no es propenso a aceptar lo que ha denominado como «melindres» de lo políticamente correcto.
Pinilla, que mantiene contacto con el norte de África por razones familiares, ha trabajado durante años en Cuba por cuestiones editoriales, una actividad que dio como fruto «Hasta el mojito siempre», un libro de viajes por la isla en las postrimerías del castrismo, y «Contenido subversivo», sobre un proyecto editorial que resultó inviable por el asfixiante control gubernamental sobre los escritores cubanos.
Alfredo Valenzuela