Rescatar una técnica ancestral de construcción ante clima extremo de Egipto

RPRESS  Oasis de Bahariya (Egipto), 4 noviembre 2021 (EFE).- Mohamed Ged cambió su humilde casa de adobe en Sohag, en el tórrido sur de Egipto, por una de cemento, pero ahora el calor no le deja dormir bien en verano y, si pudiera, se haría una de tierra, como la construcción en la que está trabajando actualmente en el desierto occidental.

Esta milenaria técnica de construcción que utiliza básicamente grava, arena y arcilla ha sido abandonada en favor del cemento, el acero o el ladrillo cocido, pero la empresa egipcia Hand Over está tratando de recuperarla por su sostenibilidad, durabilidad, simplicidad y su idoneidad para climas extremos.

La fundadora y directora ejecutiva de la compañía, Radwa Rostom, explica a Efe que cuando comenzó el proyecto hace siete años «tenía en mente adoptar cualquier técnica que cumpliera los requisitos de ser sostenible y una buena relación costo-eficacia», así que optó por la construcción con tierra, que además «es adecuada para nuestro clima».

«Hay casi 12 técnicas de construcción con tierra, pero finalmente hemos adoptado la de tierra apisonada y la de bloques de tierra comprimida, que se basa en la misma idea y materiales pero, en vez de construir paredes compactas, fabricas tus propios ladrillos de una forma sostenible y sin usar el horno», detalla.

MATERIALES LOCALES

Rostom agrega que uno de los beneficios es «definitivamente los materiales, que siempre provienen de una fuente local y están disponibles en el lugar o en sus cercanías».

Por ejemplo, en la obra en la que trabaja Mohamed, en el oasis de Bahariya, solo requieren de arena, que se encuentra a media hora del lugar, de tierra, que está a una hora, y un poco de arcilla como estabilizador, proveniente de la propia granja en la que está construyendo cuatro edificaciones sostenibles.

Son un comedor, una panadería, unos dormitorios para los trabajadores y una mezquita que Hand Over ha diseñado para Sekem, una empresa con largo recorrido en Egipto en materia de sostenibilidad y agricultura ecológica, un ejemplo de los clientes a los que se dirige esta firma innovadora.

Los muros exteriores del comedor, en el que se afanan ahora una quincena de trabajadores, serán de tierra apisonada y para los interiores se utilizarán bloques de tierra comprimida.

Luego se cubrirá la parte exterior con una capa a base de goma arábiga para protegerlos de las inclemencias del tiempo y de la erosión del viento, explica Ahmed Tantawi, el ingeniero de campo de Hand Over que está asesorando el proyecto.

AISLAMIENTO TÉRMICO NATURAL

«Otra ventaja de estas técnicas es el aislamiento térmico, para lo que contribuye mucho el material. Por eso es utilizado en lugares en los que hay grandes diferencias entre el verano y el invierno o entre la mañana y la noche, ya que proporcionan una temperatura y una humedad agradables dentro del edificio», apunta Rostom.

Tantawi explica, señalando la pared de tierra de medio metro de grosor levantada sobre un cimiento y una pequeña base de ladrillos, que estos muros «son un muy buen aislante para este clima porque es como vivir dentro de una montaña».

Lo sabe bien Mohamed Ged, que se encarga de apisonar pacientemente con un pisón manual la tierra que los compañeros van echando en los encofrados.

«Yo vivía en una casa de adobe que era fresca en verano y caliente en invierno. Pero todos mis vecinos se construían casas de cemento y yo estaba celoso, así que derribe la de adoba e hice una igual», relata el hombre, ahora arrepentido.

«En verano no puedo dormir por el calor. Tengo que hacerlo en el baño, que es lugar más fresco de la casa», se resigna.

RETICENCIAS EN EGIPTO

A pesar de los beneficios que supone la construcción con tierra en climas como el de Egipto, desértico y además afectado por el calentamiento global, sus escasos defensores, como Rostom y alguna organización aislada, encuentran muchas reticencias en el país árabe.

«La evolución, el modernismo y la expansión de otros materiales como el cemento o el acero permiten construir edificios más altos y más complicados, así que la gente empezó a relacionar la construcción con tierra con ser pobre o con no ser lo suficientemente moderno», indica Rostom.

«Es necesaria mucha concienciación y educación para que la gente entienda nuestro trabajo», agrega la fundadora de Hand Over, que lamenta también que los códigos y leyes que regulan la construcción en Egipto no recogen estas técnicas.

En cada proyecto la empresa se encarga de capacitar a los trabajadores para que aprendan la técnica, algo fácil dada su simplicidad y que no requiere de maquinaria avanzada, para que posteriormente desarrollen sus propios proyectos y difundan su conocimiento.

Pablo Pérez Álvarez

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