La resolución 2654/2022 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas deja al descubierto la corrupción de Polisario

RPRESS Pedro I. Altamirano. 10 noviembre 2022.- De nuevo, en el seno del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en su resolución S/RES/2654 (2022), se “observa con profunda preocupación las penurias que sigue padeciendo los refugiados saharauis y su dependencia de la asistencia humanitaria externa, así como los efectos de la pandemia de Covid-19, observando con profunda preocupación además, la insuficiencia de los fondos destinados a quienes viven en los campamentos de refugiados de Tinduf y los riesgos que conlleva la reducción de asistencia alimentaria y alentando encarecidamente a los donantes a que, ante el deterioro de la situación humanitaria, proporcionen más fondos y a los organismos de ayuda a que faciliten la prestación de asistencia humanitaria de conformidad con las mejores prácticas de las Naciones Unidas.”

Año tras año se repite la preocupación por parte de las Naciones Unidas en los campos de Tinduf por la inhumana situación de las personas allí retenidas, a pesar de las ayudas internacionales que reciben (sólo de España más de 23 millones de euros, que junto a la de la Unión Europea superan los cien millones de euros). De modo muy especial en lo que se refiere a la pandemia del Covid-19, que mientras no llegaban vacunas a los campos de Tinduf, el genocida líder del movimiento armado del Frente Polisario se trasladaba en avión privado a Logroño para recibir “asistencia humanitaria” para superar el Covid-19, ¿a cuantas personas se podría haber vacunado en Tinduf con ese dinero?

Del mismo modo indigna que, mientras las personas retenidas en los campos pasan hambre y padecen enfermedades sin apenas medicación para sus tratamientos, la jerarquía del Polisario y la ilegal RASD reciben a cuerpo de Rey a los políticos españoles que proporcionan desde sus cargos y con dinero público español, ayuda para los campos que terminan en los bolsillos de los dirigentes y sus hijos. De ese modo, nunca habrá suficiente ayuda para cubrir las necesidades básicas de la población de los campos.

Todo ello deja al descubierto la continua corrupción generalizada de los dirigentes polisario y que se verifica con las propiedades inmobiliarias en España, y el nivel de vida que llevan sus familiares y delegados en España y Europa.

También deja en evidencia la resolución 2654/2022 lo que se lleva observando hace décadas que no es otra cosa que como bien refleja la resolución en la que “se reitera enérgicamente su solicitud de que se considere la posibilidad de proceder a la inscripción de los refugiados en los campamentos de Tinduf y poniendo de relieve la importancia de las gestiones que se vienen haciendo en este sentido”.

Son décadas de pedir que se presente un censo de las personas que viven en los campos sin que jamás, ni los responsables del movimiento armado Polisario y de la ilegal RASD hayan movido un solo dedo para realizarlo. Nunca lo harán ya que se verificaría que, en realidad, los saharauis autóctonos marroquíes que allí habitan significan ya, en estos momentos una minoría de la población, que en su mayoría no son de origen marroquí, sino mauritanos, malienses y argelinos entre otros que quedarían fuera del censo en un inútil e ineficaz ya referendo. Nunca lo presentarán por mucho que hagan que trabajan en ello, o por mucho que se lo pida las Naciones Unidas.

Por lo contrario, la misma resolución 2654/2022, pone de manifiesto los avances por parte del Reino de Marruecos en el campo de los derechos humanos en la provincia del sur tal como se recoge con “beneplácito, a este respecto, las medidas e iniciativa adoptadas por Marruecos y el papel desempeñado por las comisiones de Consejo Nacional de Derechos Humanos en Dakhla y el Aaiún, y la interacción de Marruecos con los procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.”