La ONU defiende a sus funcionarios en Etiopía y busca evitar su expulsión
RPRESS Naciones Unidas, 30 septiembre 2021 (EFE).- La ONU defendió este jueves su trabajo en Etiopía después de que el Gobierno del país anunciara la expulsión de siete funcionarios de la organización y dijo que está en contacto con las autoridades para intentar que den marcha atrás.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, dijo estar «sorprendido» por la decisión de Etiopía, que hoy declaró a los siete altos funcionarios «persona non grata» y les dio 72 horas para abandonar el país al considerar que se han entrometido en «asuntos internos».
«Estamos en contacto con el Gobierno de Etiopía con la expectativa de que se permita al personal de la ONU en cuestión continuar con su importante trabajo», afirmó Guterres en un comunicado.
El diplomático portugués mostró su «plena confianza» en el personal de la organización desplegado en Etiopía y defendió que «todas las operaciones humanitarias de Naciones Unidas se rigen por los principios fundamentales de humanidad, imparcialidad, neutralidad e independencia.»
«En Etiopía, la ONU está brindando ayuda vital -incluida comida, medicinas, agua y suministros de saneamiento- a personas que lo necesitan desesperadamente», señaló Guterres.
La expulsión decretada por el Gobierno etíope llega después de que organizaciones humanitarias denunciaran el acceso limitado a la región norteña de Tigray, asolada por una guerra entre el Gobierno central y los rebeldes del Frente Popular de Liberación de Tigray (FPLT).
La guerra comenzó el pasado 4 de noviembre, cuando el Ejecutivo lanzó una ofensiva contra el FPLT, partido que gobernaba la región entonces, en represalia por un ataque contra una base militar federal.
El pasado 28 de junio, el Ejecutivo etíope anunció un «alto el fuego unilateral humanitario» y el Ejército se retiró de varias ciudades tigriñas -incluida la capital, Mekele-, pero las fuerzas amharas, que peleaban junto al Gobierno y anexionaron de facto zonas sobre los que reivindican derechos históricos, siguieron allí.
En ese contexto, los rebeldes tigriñas recuperaron terreno y el conflicto se extendió a las regiones vecinas de Afar y Amhara.
La ONU ha advertido repetidamente de la grave crisis humanitaria en Tigray y otras zonas y ha denunciado en varias ocasiones las dificultades que está encontrando para llevar ayuda a la población.