Guterres llama a un alto al fuego «incondicional e inmediato» en Etiopía
RPRESS Bogotá, 24 noviembre 2021 (EFE).- El secretario general de la ONU, António Guterres, hizo un llamado este miércoles a un «alto al fuego incondicional e inmediato» en Etiopía para salvar el país, inmerso en un conflicto en la región del Tigray.
«El proceso de paz de Colombia me inspira a hacer hoy un llamado urgente a los protagonistas del conflicto en Etiopía a un alto al fuego incondicional e inmediato para salvar el país», dijo Guterres en una declaración en Bogotá, donde se encuentra conmemorando los cinco años de la firma del acuerdo de paz de Colombia.
El jefe de la ONU, que no señaló a ninguna de las dos partes en particular, también pidió «un diálogo entre los etíopes para solucionar la crisis y permitir que Etiopía vuelva a contribuir para la estabilidad de la región».
El Gobierno de Etiopía ha emprendido una ofensiva, liderada por el primer ministro y Nobel de la Paz, Abiy Ahmed, contra los rebeldes del Frente Popular de Liberación de Tigray (FPLT) por el control del Tigray, una región del norte del país, en la frontera con Eritrea.
El mismo Abiy marchó este miércoles al frente del Ejército en «una decisión clara y ejemplar de un auténtico líder», según el portavoz gubernamental, Legesse Tulu, que hizo un llamamiento a los etíopes a «marchar para salvar al país».
«Me gustaría mucho que Colombia fuera ejemplo seguido por los líderes de Etiopía», aseveró Guterres, haciendo un paralelismo entre dos países que llevan décadas sumidas en conflictos de distinta índole.
Etiopía lleva décadas con conflictos regionales, después de años de gobiernos tigriñas, una de las etnias menos numerosas del país, pero que lideró los gobiernos hasta la llegada de Abiy, por su participación en la guerra con Eritrea entre 1998 y el 2000.
La sorpresiva llegada al poder de Abiy en 2018, quiso calmar las tensiones entre oromos y amharas, las dos principales etnias, ya que se trataba de un líder con sangre de ambas y con mucho talante.
Los primeros años le sirvieron para firmar la paz definitiva con Eritrea y sacar de la lista de terroristas a varios partidos políticos regionalistas, así como acabar con la represión, sin embargo subieron las tensiones en el Tigray con los líderes locales que se vieron excluidos del Gobierno federal.
La guerra estalló el 4 de noviembre de 2020, cuando Abiy ordenó una ofensiva contra el FPLT, partido que gobernaba entonces la región, en represalia por un ataque a una base militar federal y después de una escalada de tensiones políticas.
Por ahora, según la ONU, miles de personas han muerto y unos dos millones han sido desplazadas internamente en Tigray, cuyos rebeldes han expandido el conflicto a las regiones vecinas de Amhara y Afar.
El temor a que los rebeldes puedan tomar la capital del segundo país más poblado de África (más de 110 millones de habitantes) ha impulsado los esfuerzos diplomáticos de la comunidad internacional para conseguir el cese de las hostilidades y una solución negociada.