Ghlalou, primera alcaldesa de Rabat: «La mujer marroquí rechaza el fracaso»

RPRESS  Rabat, 30 septiembre 2021 (EFE).- Asmaa Ghlalou es consciente del reto. Primera mujer al mando del Ayuntamiento de Rabat, forma parte de una generación de alcaldesas que se ha hecho por primera vez en la historia con las tres principales ciudades de Marruecos. «No hay tiempo que perder», resume en una entrevista a Efe.

Periodista y economista de 52 años, Ghlalou recibe a Efe en su despacho del consistorio. Desde que llegó al cargo hace seis días, dice, no ha parado de trabajar y ahora se prepara para encarar una nueva legislatura centrada en sacar a los rabatíes de la crisis.

Ghlalou, del partido ganador de las últimas elecciones Agrupación Nacional de Independientes (RNI), no tiene miedo a comunicar y siente el peso de las expectativas puestas en ella y las otras dos alcaldesas, de las que defiende su capacidad para gestionar.

«Harán lo máximo para estar a la altura de las aspiraciones de los ciudadanos», dice sobre Nabila Rmili y Fatima Zahra Mansouri, al mando de la capital económica, Casablanca, y del principal destino turístico, Marrakech.

Ella lleva en la política desde los 15 años, llegó a ser diputada en 2016 y antes compaginó su labor de reportera con la ayuda a los más vulnerables de Rabat al frente de una asociación. Orgullosa de su ascendencia norteña, aunque nacida en Rabat, repartió su educación entre Marruecos y Francia, donde obtuvo el doctorado en Economía de la Universidad de Perpiñán.

Pregunta.- ¿Está satisfecha por los logros conseguidos por las mujeres en las últimas elecciones del 8 de septiembre?

Respuesta.- La Constitución del 2011 estipula que el Estado tiene que garantizar la paridad y nuestras leyes otorgan una cuota de un tercio a las mujeres en los ayuntamientos y en los órganos de los partidos. Hoy hemos llegado a la paridad en las alcaldías. En Marruecos tenemos seis grandes ciudades, tres de ellas tienen a mujeres como alcaldesas.

P.- ¿Pueden las mujeres competir con los hombres fuera de las cuotas?

R.- La mujer marroquí rechaza el fracaso y por eso trabaja más, para no fracasar. Las otras dos alcaldesas harán lo máximo para estar a la altura de las aspiraciones de los ciudadanos.

P.- ¿Cuáles son sus prioridades como alcaldesa?

R.- Mejorar la situación social y económica de los y las rabatíes es mi objetivo principal. El mismo día del traspaso de los poderes celebramos la primera reunión, no teníamos tiempo que perder. La situación actual no es fácil. Por una parte, se ha mejorado la apariencia de Rabat, el paisaje, sus calles, las zonas verdes, la luz, etcétera. Pero los habitantes se han visto afectados por las consecuencias negativas de la covid. Tenemos que mejorar su situación, mejorar nuestros servicios.

Hay ahora una coalición a nivel nacional entre tres partidos -el RNI, Autenticidad y Modernidad (PAM) e Istiqlal (PI)- que ha traído un programa basado principalmente en el ser humano y sus necesidades básicas como la salud, el empleo y la educación. Los ayuntamientos son los que tienen contacto directo con los ciudadanos y los que aplican la política de cercanía. Buscaremos las vías jurídicas para aplicar de forma óptima este programa gubernamental.

Ghlalou dejó la política en 2007 y pasó a dirigir una asociación que ayudaba a jóvenes y mujeres desfavorecidos a emprender, combinando esta faceta con la periodística en un diario francófono marroquí. En 2015, volvió para afiliarse al RNI, gran vencedor de las últimas elecciones desbancando al islamista PJD, en el poder desde 2011.

El RNI está liderado por empresarios -tiene a la cabeza al próximo presidente del Gobierno del país y segundo hombre más rico de Marruecos, Aziz Ajanuch- y altos cargos de la Administración, pero la alcaldesa defiende su cercanía al pueblo.

P.- ¿Como explica la sorpresiva victoria del RNI?

R.- Es resultado de un trabajo serio durante los últimos cinco años. El RNI, desde que lo preside Ajanuch, ha vivido una revolución renovando sus órganos internos y ampliando sus bases. Ha pasado de 7.000 a 300.000 afiliados en estos años, además de crear organismos paralelos como federaciones de mujer, jóvenes y de profesionales. Hasta los taxistas tienen su organización en el seno del partido.

Es lo que ha dado el empujón al partido. El programa electoral del RNI no se hizo en nuestras oficinas climatizadas, no. Hemos hecho giras por las 12 regiones del país y hemos aprendido las prioridades de los ciudadanos.

P.- ¿Por qué volvió a la política tras un parón de ocho años?

R.- Empecé en política cuando tenía 15 años con las juventudes del PI, pero en 2007 lo dejé para concentrarme en actividades relacionadas con la sociedad civil. Como periodista, viajé a zonas remotas para hacer investigaciones sobre el terreno y me di cuenta del nivel de pobreza y de vulnerabilidad, así como de la desigualdad social que existe entre las regiones del país. Eso me hizo volver a la política. Para poder cambiar algo hay que estar en política.

Mohamed Siali

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