España y Marruecos deben sentarse a negociar los conflictos territoriales históricos y preparar el futuro juntos en paz y prosperidad.
RPRESS Pedro I. Altamirano. Málaga 11 de junio 2021.- No me mueve la intención de abrir un debate histórico, ni diplomático. Lo que pretendo con estas palabras, es poner en la mesa de debate, una vía que considero de vital importancia para el futuro, tanto del Sahara, como de las relaciones entre dos países, Marruecos y España, obligados a entenderse.
España, sin la menor duda, es la pieza definitiva en el puzzle del Sahara. Por mucho que apoye Estados Unidos, Israel, o quien sea, la llave al máximo nivel diplomático la tiene España, tal y como se recogen en los acuerdos de la ONU. Es por ello más que importante que España, de una vez por todas, reconozca y apoye la soberanía del Reino de Marruecos sobre el Sahara. Una solución para este problema, que ya dura demasiado, es fundamental para la paz, la estabilización en el área.
Marruecos y España comparten siglos de compartir historia. Todo lo que ha acontecido en el Magreb, ha tenido su repercusión en España, la tiene y la tendrá en el futuro. Muchos siglos de compartir historia, cultura e influencias. Del mismo modo, son socios prioritarios en lo económico. Ambos tienen las llaves de Europa para Marruecos, y Marruecos la tiene para África. Por tanto, reitero, de máximo interés para ambos la paz, y la estabilización en toda el área.
Ninguno de los dos países, pueden permitirse el lujo de dar la espalda al futuro juntos. Eso sería un error, que, más tarde o temprano, perjudicaría a ambos por igual. Más en una zona de futuro en las que hay oportunidades para todos, como son las provincias del sur en plena expansión, como lo son El Aaiún y Dakhla.
Será el final de Polisario en base a la representación que se otorga del pueblo saharaui, cuando hace décadas que ya no representa a nadie, mas allá de los intereses de la Argelia de los generales.
Que España reconozca la soberanía de Marruecos sobre el Sahara, será el espaldarazo definitivo a la solución, y, sin duda la puntilla final al nivel internacional al Frente Polisario, dado el histórico respaldo español. El Polisario, sin el respaldo del Gobierno de España, se quedaría sin ningún argumento político, ni diplomático en el que basar su persistente actitud. Será el final de Polisario en base a la representación que se otorga del pueblo saharaui, cuando hace décadas que ya no representa a nadie, mas allá de los intereses de la Argelia de los generales.
Del mismo modo, y de igual importancia para cerrar el circulo de la paz y la estabilidad definitiva en la zona, es de vital importancia, llegar a un acuerdo definitivo sobre Ceuta y Melilla que satisfaga a todos por igual, y el conflicto de la jurisdicción de las aguas del banco sahariano y Canarias en disputa en estos momentos.
La paz y la estabilidad en la zona es responsabilidad de ambos países hermanos, merece sentarse en una mesa de diálogo y afrontar, sin miedos y con mucha generosidad por parte de todos, de los conflictos y disputas territoriales históricas.
El reconocimiento de España de la soberanía del Sahara por Marruecos, una solución para Ceuta y Melilla, acompañado de un reconocimiento por parte de Marruecos, de las aguas canarias recogidas por las resoluciones de la ONU, sería a mi humilde parecer, un acuerdo que marcaría un hito histórico de paz, entendimiento y tolerancia.