El Gobierno de España cae, y sufre las consecuencias de la trampa tendida por Argelia y la banda del Polisario.
RPRESS Pedro I. Altamirano. 18 de mayo 2021.- El Reino de Marruecos es un estado soberano, respetable y que se hace respetar. Esta afirmación, que bien pudiera parecer baladí no lo es. Al actual Gobierno de España que preside el Sr. Pedro Sánchez, parece desconocer este principio básico diplomático entre países vecinos, que comparten cultura milenaria. Un desconocimiento agravado con el odio irracional de Podemos hacia la monarquía alauí.
La primera señal de este desprecio hacia el Reino de Marruecos fue la decisión de romper la tradición de realizar la primera visita de estado a Marruecos, que, de modo tradicional, han realizado todos los presidentes de gobiernos de España como señal de amistad, y buena vecindad. Desde ese momento se desencadenó un verdadero rosario de falta de diplomacia y de tacto con Marruecos, que ha terminado con el llamado caso Ghali.
No se quién pidió y logro engañar al Gobierno de España para que admitiera en un hospital español, al máximo responsable de la banda terrorista argelina del Frente Polisario, Brahin Ghali. Para terminar de vestir al santo, España acepta que entre en el País con documentación falsa. Torpe maniobra que fue descubierta el mismo día de la llegada de Ghali a España de forma irregular, para recibir unos cuidados médicos que no pueden recibir los saharauis retenidos en los campamentos al sur de Argelia.
Hay que recordar que Brahim Ghali esta siendo investigado por la Justicia española por graves delitos de lesa humanidad, atentado contra los derechos básicos de los seres humanos, violencia machista, violación de cooperantes españolas en los campamentos, y de muchas mujeres saharauis y amenazadas de muerte entre otras. Causas por las que, en caso de detectar su entrada en España debería haber sido puesto a disposición judicial, lo que justifica el engaño en la identidad para evitar la acción de la Justicia.
No termina ahí el problema. En vez de viajar a Marruecos y dar explicaciones como se debe entre vecinos, la Señora Ministra de Exteriores reconoce que, sí, que se ha aceptado a este presunto genocida por motivos estrictos de motivos humanitarios, para lo que no habría sido necesaria la documentación falsa. La señora Ministra es tan torpe, que desconoce a Marruecos, desconoce su carácter, y la capacidad en la defensa de sus intereses. Una nefasta gestión diplomática que ha llevado a las relaciones hispano-marroquíes a uno de sus peores momentos.
Lo peor no sería esto si hubiese partido por iniciativa propia del Gobierno de España. Lo peor es que es una actuación pensada y diseñada por Argelia y la banda del Polisario, para provocar la enemistad entre España y Marruecos. Trampa urdida a la perfección por los responsables argelinos y polisarios, en la que el Gobierno de España ha caído como ave de presa. Una trampa que ha desencadenado, lo que argelinos buscaban, una grave crisis de la que no sabe salir.
El Gobierno de España continúa con su política del avestruz (el presidente Sánchez sale de viaje dando la espalda a esta grave situación) que piensa que, con no aceptar la existencia de la crisis se resolverá sola, lo que muestras de forma evidente, el profundo desconocimiento del Gobierno de España del Reino de Marruecos.