El caso Pegasus es un ataque contra Marruecos por sus éxitos, según Burita

RPRESS Rabat, 23 jul (EFE).- El ministro marroquí de Exteriores, Naser Burita, consideró hoy que las acusaciones del supuesto espionaje cometido por su país a varias personalidades nacionales e internacionales responden a una hostilidad a Marruecos por sus éxitos, y buscan en realidad «un sabotaje a gran escala» contra el país.

En una entrevista con el semanario Jeune Afrique, el titular marroquí añadió que algunos de los 17 títulos que forman el consorcio mediático Forbidden Stories «sirven a agendas bien conocidas por su principal hostilidad hacia Marruecos, y están carcomidos por los éxitos (del país) bajo el liderazgo de Su Majestad el Rey Mohamed VI».

Añadió que las «revelaciones» son en realidad «el surgimiento de esta hostilidad, que ya no puede esconderse detrás de una conducta culta y civilizada».

«No es periodismo. Este es un sabotaje a gran escala», aseveró.

Burita volvió a negar la posesión o utilización de Marruecos del programa Pegasus, de la compañía israelí NSO, utilizado en esa supuesta campaña de espionaje que se lleva a cabo mediante una infiltración en los teléfonos móviles de las personas elegidas.

«Algunos medios y ONGs no pudieron aceptar la realidad de un Marruecos que está triunfando, fortaleciéndose y consolidando su soberanía a todos los niveles», precisó.

Asimismo, explicó que el país magrebí ha logrado consolidarse como un aliado confiable con sus socios gracias a la eficacia «mundialmente reconocida» de sus servicios de seguridad, principalmente en la lucha internacional contra el terrorismo.

Añadió que esa eficiencia ha permitido frustrar las conspiraciones urdidas contra la estabilidad del país, y para abortar ataques terroristas en EEUU y en varios países más de Europa, Asia y África.

Las acusaciones a Marruecos de utilizar el programa Pegasus no son nuevas, y ya Amnistía Internacional (AI) publicó en 2020 un informe donde aseguraba que algunos notorios disidentes marroquíes habían sido víctimas de infiltración telefónica, lo que demostraron tras dejar sus teléfonos en manos de expertos del programa Citizen Lab.

Sin embargo, Burita recordó en la entrevista que Marruecos está esperando desde entonces que AI, también socio de Forbidden Stories, presente pruebas materiales de ese espionaje que cumplan con estándares científicos universales en lugar de «metodologías que no convencen a nadie».

Las revelaciones que se van conociendo en los últimos días por parte de Forbidden Stories muestran supuestamente una actividad de espionaje mucho más extensa, que incluye a personalidades extranjeras como el presidente francés, Emmanuel Macron, y algunos de sus ministros.

Dentro del país, los supuestamente espiados van desde personas de la familia real marroquí a numerosos periodistas, tanto de medios nacionales como internacionales.

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