Detenido en Argelia Nabil Karoui, excandiadato a la presidencia de Túnez
RPRESS Argel, 30 agosto 2021 (EFE).- Unidades de la Policía argelina arrestaron al excandidato a la presidencia de Túnez y líder del partido «Qalb Tunis», segunda fuerza en la Cámara tras las últimas elecciones, Nabil Karoui, en un apartamento localizado en Tebessa, ciudad próxima a la frontera tunecina, informaron hoy a Efe fuentes de Seguridad.
Según las mismas, Karoui, un multimillonario dueño de una de las televisiones más importantes del país, fue detenido junto a su hermano, el diputado Ghazi Karoui, y un tercer hombre, supuestamente la persona que les habría ayudado a entrar de forma ilegal Argelia desde la región fronteriza de Kasserine.
Ambos están igualmente acusados de corrupción, delitos por los que deberán responder hoy anteu un tribunal en la ciudad argelina donde han sido hallados.
Nabil Karoui, un populista que durante el año previo a las presidenciales de 2019 encabezó las encuestas electorales, fue encarcelado en su país semanas antes de empezar la campaña y hubo de realizarla desde la cárcel, lo que no impidió que accediera a la segunda ronda, en la que finalmente fue derrotado ampliamente por el actual presidente de la República, Kaïes Said.
Su partido, segunda fuerza en las legislativas de ese mismo año, era uno de los socios del Gobierno junto al movimiento conservador de tendencia islamista «Ennahda».
GOLPE Y CORRUPCIÓN
Loas hermanos Karoui estaban en el punto de mira de la presunta campaña de «manos limpias» lanzada semanas atrás por el presidente tras suspender el 25 de julio el Parlamento, destituir al primer ministro, retirar la inmunidad a los diputados y arrogarse poderes extraordinarias en una interpretación que ha sido considerada forzada del artículo 80 de la Constitución, que solo lo permite si existe una «amenaza vital» para el estado.
El mandatario decidió el pasado 25 de agosto extender estas medidas de manera indefinida pese a la solicitud de los partidos, los sindicatos, la sociedad civil y la comunidad internacional para que restablezca la normalidad democrática en el único país que hasta la fecha había sobrevivido al fracaso de las «primaveras árabes».
Said ha dicho que una de esas amenazas es la corrupción, pero al mismo tiempo ha desmantelado la agencia creada durante la transición democrática para ese propósito.
Asimismo, ha acusado a los partidos políticos y al propio Parlamento de constituir «un peligro para el país».