Brahim Ghali, un tiro en el pie del Gobierno español.
RPRESS 3 de mayo 2021.- El descrédito internacional del actual Gobierno de España, comienza en el mismo momento que acepta, como socios, a los totalitarios de Podemos, en contra de lo que semanas antes, el propio Pedro Sánchez declaraba “No dormiría tranquilo con Podemos en el Gobierno” (maldita hemeroteca). Sin comentarios. Unos socios que han llevado al histórico Partido Socialista por el camino de la perdición que lleva a Venezuela o Argelia, con todo lo que ello conlleva, de malo, para la política exterior de España, que nunca fue buena, pero que ahora ha dejado de existir.
El caso del presidente del Frente Polisario, Brahim Ghali, ingresado en el Hospital San Pedro de Logroño con identidad falsa, expedida por el Gobierno argelino, y con el visto bueno, tal y como ha reconocido por el Gobierno de España, a sabiendas que el Sr. Ghali esta reclamado por la Audiencia Nacional, es una historia más digna de los espías de gran Ibañez “Mortadelo y Filemón” que de un Estado serio. Pero como en otras tantas cosas sub-realistas que ocurren en la España del social-populismo “no pasa nada”.
El problema es que, aunque el avestruz meta la cabeza en un agujero (en este caso el avestruz es Pedro Sanchez) para intentar no ver lo que pasa, la verdad es que pasa, y esta pasando. Han demostrado tanta torpeza que creían que el Sr. Ghali no estaba controlado, y que nadie se daría cuenta, pero lo estaba, y al minuto de poner los pies en España, ya se filtro dicha presencia irregular en España por aquellos servicios de inteligencia responsables de vigilar los movimientos del presunto genocida y jefe terrorista. Ghali estaba descubierto y señalado.
El Gobierno de España no tuvo más remedio que reconocer su presencia en España, y estar al corriente de su identidad falsa por “por motivos humanitarios” ¿para dar ayuda humanitaria es necesario darla con identidad falsa? Un espectáculo de circo de tres pistas que deja con el trasero político al aire a la Ministra de Exteriores Sra. Arancha González Lay, al Ministro del Interior Sr. Fernando Grande-Marlaska Gómez, y al Ministro de Justicia y Notario Mayor del Reino Sr. Juan Carlos Campo.
Pero esa esta pésima acción de Gobierno tiene, debe tener su respuesta desde el Poder Judicial, ya que la Justicia debe, y lo hará, ejercer su independencia. Hay que recordar que el Sr. Ghali ya esta reclamado por el Juzgado Central de Instrucción 5 de Madrid y que ya le ha citado para que comparezca ante dicho juzgado. Pero son más las denuncias que tiene pendiente ante la justicia española por presuntos delitos de gravedad contra los derechos humanos, amenazas y un largo etcétera. Una acción del Poder Judicial que pone sobre el tapete la separación de poderes que garantiza, o debe garantizar el correcto ejercicio democrático.
La Justicia debe ser ciega, y con el asunto Ghali tiene una oportunidad de demostrarlo. Nadie en España puede faltar a la cita con la Justicia, el Sr. Ghali tiene un asunto pendiente y será puesto ante un Juez, porque en caso contrario España habrá dejado de ser un Estado democrático, eso que ya dudan muchos, se hará realidad. El Sr. Ghali tendrá, y responderá de todas las denuncias que le señalan como presunto genocida, y el Gobierno deberá aceptar las deliberaciones de la Justicia, por lo que, el esfuerzo de complacer al gobierno totalitario de Argelia, a petición de sus socios de Podemos, le habrá salido el tiro por la culata.
No solo no habrá logrado prestar ayuda humanitaria a un presunto genocida con documentación falsa, sino que tampoco podrá cumplir con el deseo argelino de devolver al Sr. Ghali a Argelia una vez recuperado. Todo lo contrario, deberá asumir sus responsabilidades políticas en las cámaras de diputados y senadores, ante la comunidad internacional, y ante las asociaciones de victimas del terror del Frente Polisario, y dar muchas explicaciones al Gobierno de Marruecos, bastante enfadado por la traición cometida, a favor de Argelia. En definitiva, con la injustificable actitud con el Sr. Ghali, el actual Gobierno de España se acaba de pegar un doloroso tiro en el pie.