Argelia máxima responsable de las 18 muertes en la valla de Melilla
En un nuevo y violento intento de asalto a la valla de Melilla, la policía española y marroquí han podido repeler el trágico asalto con el resultado de 18 víctimas mortales y numerosos heridos, entre ellos muchos policías.
RPRESS Pedro I. Altamirano, 25 junio 2022.- Siempre he pensado, y creo que por pura lógica básica, he creído que para solucionar los problemas hay que ir a su origen. Hablo del problema de la valla de Ceuta y Melilla, siempre noticia por los continuos intentos de asalto producido por la migración ilegal. Asaltos que se controla según funcione la cooperación a ambas partes de las fronteras hispano marroquí, a veces de forma eficaz y otras no tanto. Vaivenes de la política, de la que siempre se señala y culpa a las autoridades marroquíes. Pero ¿dónde está el verdadero origen del problema?
Sin duda, y esto no creo que lo cuestione nadie, el origen está en la violencia del Sahel. El terrorismo y la guerra acarrean inestabilidad, incapacidad económica y por tanto mucha pobreza y desesperanza, ingredientes básicos para la migración forzosa. Si buscamos en las estadísticas de migrantes descubriremos que, la inmensa mayoría, pasan por el Sahel, donde la una inmensa mayoría son captados por las bandas terrorista, y otra por las mafias que se encargan de distribuirlas por las rutas según el dinero que porte cada pobre migrante. Es el Sahel donde nace el problema por el terrorismo y la guerra que impide que todos los países que lo conforman y limítrofes estén en una situación económica y social deplorable. ¿Quién soporta, financia y entrena a los terroristas del Sahel? Solo surge un nombre implicado de forma más que directa: Argelia.
Argelia fue creada de forma artificial por una Francia el 5 de julio de 1962 ya que bajo ningún concepto quiso nunca cumplir como potencia colonizadora en Marruecos y devolver a todos los territorios que le ocupó en modo protectorado según se firmó en el tratado de Algeciras de 1912. De tal modo creó también dos años, con más exactitud el 28 de noviembre de 1960 lo que hoy conocemos como Mauritania, ocupando ambos países territorios históricos del sultanato de Marruecos, hoy Reino de Marruecos.
Desde el mismo día de su creación, Argelia de manos del panarabismo, orbitó alrededor de los intereses de la extinta URSS, y toda su influencia en África, con lo que junto a los demás países en la misma órbita y la ayuda de Cuba, hicieron del organismo Unión Africana un instrumento para la desestabilización africana que aún hoy continua, y de la que, de forma muy inteligente de apartó Marruecos hasta hace muy poco. Argelia por tanto se convertía en otra imparable fábrica, junto a Libia y otros, de fabricar terrorismo y desestabilización. Argelia entrenaba y entrena, financiaba y financia cualquier tipo de terrorismo internacional, desde ETA, Brigadas Roja, o el Frente Polisario entre otras. Argelia siempre está detrás de cualquier terrorismo.
Hoy continua igual, los máximos responsables de las bandas terroristas en el Sahel son saharauis argelinos entrenados por el Frente Polisario. Por tanto, y eso es conocido, actúa como “Capo di tutti capi” en el Sahel. Financia, protege, organiza y se lucra de las bandas que, además del terrorismo, se dedican al tráfico de vidas humanas.
Es Argelia sin duda alguna el máximo responsable de terrorismo del Sahel, sí, pero también de los movimientos migratorios, que en vez de combatirlos, los fomenta, manipula y utiliza para sus intereses. Que no les quede ninguna duda, cada migrante que llega a las fronteras de Ceuta o Melilla, o sale en alguna patera, lo hace de la mano del régimen militar argelino. Cada asalto, cada muerte, cada herida, no de las 18 muertes y heridos producidos en el último asalto, sino de todas las ocasiones que se producen desde hace décadas tiene en Argelia su máxima responsable.
Para terminar con los flujos migratorios es necesario que en le cumbre de la OTAN que se celebra en Madrid se tomen cartas en el asunto. La OTAN debe denunciar y señalar al régimen argelino como país terrorista, pero del mismo modo hacerse cargo de la seguridad del Sahel, poner fin al terrorismo. Lograr pacificar el área para que puedan producirse las inversiones que tanta falta hace en los países del entorno para que comience su desarrollo económico y social, para que sus habitantes no se vean arrastrado a la migración ilegal.
Para ello es imprescindible contar con las autoridades marroquíes, y sus cuerpos y fuerzas de seguridad del estado marroquí, ayudarles en su acción de policía fronteriza. Pero lo que debe llevar a fortalecer el franco sur de la OTAN y por tanto la lucha contra el terrorismo, es la más que necesaria incorporación del Reino de Marruecos a la estructura de la Alianza Atlántica. Sin duda sería un golpe mortal y definitivo al terrorismo del Sahel. Solo de ese modo dejaremos de ver los desastres humanitarios en las vallas de Ceuta y Melilla.