Argelia se quita la hipócrita careta ante el cambio diplomático español con respecto al Sáhara marroquí
El histórico giro en la diplomacia española al reconocer que la mejor salida realista al problema de la reunificación del Reino de Marruecos con sus provincias del sur ha obligado a Argelia, a salir de la conejera y dar la cara al sol.
RPRESS Pedro I. Altamirano. 20 marzo 2022.- Cuando los militares argelinos se fijaron en el incipiente Frente Popular por la Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro, conocido como Frente Polisario, vieron pronto la oportunidad para atraerla a sus tesis y convertirlos en un instrumento útil a los intereses argelinos.
Por aquellos años, los miembros de la organización se reúnen en Mauritania, donde en su asamblea nombran a El Uali Mustafa Sayed como líder, pero este señor no esta en la línea que marcaba Argelia. Al poco los militares argelinos se fijaron en el miembro más corrupto y traidor del grupo para hacerse con el control de la organización, ese hombre no era otro que el que hoy conocemos con el alias “Brahim Ghali” que, consigue introducir en la banda a miembros argelinos. Al poco dieron un verdadero golpe de mano, detuvieron a sus compañeros asesinando a unos enterrando vivos a otros, pocos consiguieron huir de la purga. Desde ese momento, el Polisario era una marioneta manejada por los largos hilos de Argel.
Desde entonces ha empleado a la banda como brazo ejecutor de su interés de ocupar la ex colonia española, apoderarse de sus recursos y tener acceso directo al Atlántico, usando para ello la inventada República Árabe Saharaui Democrática RASD. Para ello, ha utilizado dos armas: la violenta a través de la banda armada Polisario, y la mediática, comprando voluntades de periodistas y asociaciones civiles para que apoyen a la banda. En todo este urdido plan, Argelia ha sabido siempre mantenerse entre bambalinas. Nunca ha reconocido Argelia su implicación en el problema. Hasta hoy.
No hay que olvidar que las Naciones Unidas no reconoce el tratado tripartito de Madrid entre Marruecos, España y Mauritania, por la que se dividía el territorio del sur de Marruecos en dos partes, la norte para Marruecos, la sur para Mauritania. De ahí la importancia de la decisión española, ya que para Naciones Unidas, España sigue siendo la administradora del territorio. La postura de España en el asunto del Sáhara marroquí es por tanto determinante para Naciones Unidas.
De ahí los esfuerzos argelinos por mantener las mentiras entre los españoles, de forma especial a los políticos de izquierdas bajo la romántica idea revolucionaria de los pueblos oprimidos, idea que vendió con los saharauis autóctonos de las provincias del sur de Marruecos y de países limítrofes, llevados a Tinduf mediante mentiras y amenazas (es importante conocer que Argelia ya había levantado los campamentos mucho antes). A los políticos de derechas no había porque manejarlos, ya se manejaban ellos solos con la idea imperial, y de odio endémico al “moro” desde 1492 y las tesis de Cardenal Cisneros. Así durante más de cuatro décadas de mentiras y manipulaciones.
Al extremo que mientras a la desaparecida banda terrorista ETA no se le perdona ni el respirar, se mantiene a sus miembros en la cárcel y repartidos por los Centros Penitenciarios de todo el Estado español, siempre se ha perdonado al Polisario sus ataques terroristas contra trabajadores españoles y que han causado centenares de víctimas. No solo la memoria histórica selectiva, sino que además en España se ha ayudado y mantenido a los dirigentes de la banda, mientras mantenían a los secuestrados en los campos en la mas absolutas de las miserias, y bajo un implacable régimen de terror.
Cuando los Estados Unidos reconocen a través de su expresidente Donald Trump, reconoce la soberanía del Reino de Marruecos sobre sus provincias del sur, y la autonomía como mejor vía para la solución definitiva del largo problema, en Argelia ni se inmutaron. Tampoco se inmutaron cuando lo reconocen Israel, países del golfo o de forma muy reciente Alemania. Ninguno estos reconocimientos hacer salir al conejo argelino de la madriguera. En ningún caso protesto ni llamó a embajador ninguno.
¿Porqué sale entonces ahora Argelia de la conejera justo cuando España abandona el inmovilismo? La respuesta es fácil, porque España tiene la llave de la solución diplomática y legal del problema del Sáhara marroquí, al ser potencia administradora. La postura de España si puede hacer cambiar la partida de forma definitiva. Que España reconozca las tesis marroquíes sobre la solución supone alejarse del discurso argelino y de su marioneta armada del Polisario que se quedan de repente sin muñeco al otro lado de los hilos.
La solución del Sáhara está más cerca que nunca a favor de la razón y la justicia que supone reconocer, al fin, la reunificación del Reino que nunca debió producirse. Esto justifica a las claras la salida del conejo de la madriguera y dar la cara como el sujeto político que maneja los hilos del Polisario. Ello justifica el enfado, la llamada a consulta al embajador, y poner en marcha toda la maquinaria mediática de FakeNews, intoxicaciones, difamaciones y todo lo que sea necesario para intentar cambiar la postura de España. Trampa en la que ya han caído de nuevo todos los cutre y antiguallas movimientos de extrema izquierda española.
Ya comenzamos a ver y sentir la presión argelina en los medios de comunicación y redes sociales afines para que presionen todo lo posible al gobierno de Sánchez, pero creo que llegan tarde y no lo conseguirán, porque por una vez, y no sirva de precedente, el presidente español ha dado, al fin, un paso en la dirección correcta. España no podía seguir a los servicios de Argelia, que a su vez sirve al Gran Zar de Rusia Putin.
La guerra de Ucrania ha despertado a España del letargo guay del todo el mundo es bueno y feliz, y tener que asumir sus responsabilidades como país occidental, integrado en la Unión Europea, la OTAN y aliada de los Estados Unidos. Ello hace que, al fin, se vea la verdad y la realidad: Marruecos es el amigo y aliado, y el actual régimen militar el verdadero enemigo de España, del Mediterráneo, e inductor del terrorismo en el Sahel. España lo único que ha hecho es volver al lugar que le corresponde y asumir sus responsabilidades. Jaque Mate al Polisario.