La CEDEAO pide calma y diálogo tras el motín militar en Burkina Faso
RPRESS Lagos, 24 ene (EFE).- La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) pidió «calma» y «diálogo» tras la jornada de tensión que vivió este domingo Burkina Faso, donde se registraron disparos en varios cuarteles militares en un supuesto motín para exigir mejoras en las Fuerzas Armadas.
En un comunicado emitido esta medianoche, el presidente de la Comisión de la CEDEAO, Jean-Claude Kassi Brou, manifestó una «gran preocupación» por esos sucesos.
«La CEDEAO llama a la calma y muestra su solidaridad con el presidente Roch Kaboré, el Gobierno y el pueblo de Burkina Faso”, subrayó la nota, fechada en Abuya (Nigeria), donde está la sede de este bloque regional de quince países.
Brou urgió también «a los militares a que adopten una postura republicana y favorezcan el diálogo con las autoridades».
El comunicado se publicó después de que el Gobierno burkinés impusiera este domingo un toque de queda nocturno tras el motín.
El toque de queda, anunciado a la población a través de la televisión pública RTB, afectó a todo el territorio nacional entre las 20:00 hora local (misma hora GMT) del domingo y las 05.30 de la madrugada del lunes.
El Gobierno de Kaboré (presidente de Burkina Faso desde finales de 2015) buscó así mantener el control de la situación en el país, después de un día que comenzó con temores de asonada a raíz de los disparos escuchados de madrugada en varios cuarteles del Ejército.
El Ejecutivo desmintió a primera hora que se tratara de un intento de golpe de Estado y, en una entrevista en televisión, el ministro de Defensa, general Aimé Barthélémy Simporé, aseguró que «ninguna institución pública» se había visto «perturbada».
Si bien las razones de los disparos no se confirmaron oficialmente, medios locales indicaron que se trató de un motín para exigir mejoras al Gobierno, entre ellas más medios para luchar contra el terrorismo yihadista (del que habitualmente son blanco las tropas burkinesas), y la dimisión de altos cargos militares y de inteligencia.
Uno de los centros afectados es un campamento que alberga prisioneros militares detenidos por un intento de golpe de Estado en 2015, entre los que destaca Gilbert Diendéré (uno de los hombres fuertes del expresidente Blaise Compaoré).
Durante el día, hubo concentraciones populares en apoyo al Ejército en la capital, Uagadugú, entre otros incidentes.
También se quemó una sede del partido gobernante, el Movimiento del Pueblo para el Progreso (MPP).
Este mismo mes ya había habido en Burkina Faso quince detenciones (diez soldados y cinco civiles) en relación con una supuesta intentona de golpe de Estado.
El pasado sábado, el país vivió una nueva jornada de manifestaciones no autorizadas, convocadas por grupos de la sociedad civil para expresar el gran descontento social por la inseguridad generada por la violencia yihadista y la falta de resultados del Gobierno a la hora de atajar ese problema.
Los ataques yihadistas en Burkina Faso suelen atribuirse a grupos afiliados a la red terrorista Al Qaeda y a la organización Estado Islámico (EI), especialmente en la región norteña del Sahel, pero se ha expandido a regiones vecinas y, desde 2018, al este del país.
La inseguridad ha ocasionado que el número de desplazados internos ascienda a algo más de 1,5 millones, según datos del Gobierno burkinés. EFE