El “Adolf del desierto” vuelva a ladrar: Ghali dice que tiene listo al Ejército Popular Saharaui
RPRESS Pedro I. Altamirano. Málaga, 7 noviembre 2021.- Según informa la agencia EFE desde Argel, “el líder del Frente Polisario y presidente de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Brahim Ghali, alias “Adolf del desierto”, advirtió que el Ejército Popular de Liberación Saharaui (EPLS) «está bien formado y preparado para infligir, derrotas amargas, al Ejército marroquí que ocupa la antigua colonia española del Sahara Occidental, y se queda tan tranquilo, como cualquier cosa, como se le quedara alguna credibilidad.
Ese nuevo exabrupto lo suelta durante la ceremonia de investidura de Mohamad Ouali Akik como nuevo jefe de Estado Mayor del EPLS, en sustitución de Beid al Mohamed Ibrahim, lo que supone un cambio en la dirección de la “Brahim Gestapo”, Ghali aseguró que las fuerzas saharauis estás listas para repetir los éxitos logrados «durante la última guerra, que duró 16 años».
Del mismo modo condenó la muerte el lunes de tres civiles argelinos en un bombardeo marroquí, no confirmado por ninguna agencia oficial creíble, más allá que la verificación por parte de la MINURSO con respecto a que, el convoy se encontraba en la zona desmilitarizada, y minada por la propia banda armada del Frente Polisario.
Lo más trágico, es que este nuevo furor bélico del “Adolf del desierto, le nace después que el subdirector general de los servicios de inteligencia argelinos acudiera hace unos días en helicóptero, a 21 km al este de Tinzawaten, en el norte de Mali, a una reunión con Iyad Ag Ghali, líder del grupo terrorista GSIM (Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes), la rama local de Al Qaeda, lo que complicaría mucho el panorama.
Pero en este caso Ghali mentiría de nuevo, porque lo que tendría listo no sería a ningún hipotético Ejército Popular de Liberación Saharaui, sino una alianza con Al Qaeda, por lo que se daría un salto cuantitativo y cualitativo, pero no en el ámbito militar, sino en el del terrorismo más despreciable de todos. Esto cambiaría mucho el terreno de juego, ya que abriría la puerta a la posible intervención de la OTAN, y pondría en evidencia a todas las asociaciones españolas pro-saharauis, ya que podrían ser investigadas por apoyo al terrorismo internacional.