Sánchez viaja a Angola y Senegal en un nuevo plan de acción para África

RPRESS  8 abril 2021.- España fija el foco en África. Antes de la pandemia de la covid, el continente africano vivía un proceso de transformación efervescente con avances democráticos y económicos notables —en el 2020, seis de las economías con mayor crecimiento del PIB en el mundo estaban al sur del Sáhara y 26 estados africanos llamaban a la puerta de la lista mundial de países de renta media— y especialmente demográficos: según la ONU, África duplicará su población en 30 años. A pesar del impacto económico y social de la pandemia, que ha llevado a la primera recesión continental en 25 años, sigue siendo así. A corto plazo, el continente asoma como una tierra de oportunidades y un mercado creciente para quien sepa mover bien sus piezas. Y España quiere jugar la partida.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, inició ayer una breve gira africana de dos días por Angola y Senegal, en el marco del nuevo plan de acción Foco África 2023 que establece las relaciones estratégicas con el continente en los campos económicos, de paz y estabilidad, gestión migratoria, lucha contra el cambió climático o igualdad de género y desarrollo. En la presentación del documento, Sánchez avisó de sus intenciones: “Esta será la década de España en África”, remarcó. Este nuevo viaje africano del presidente español es el primer paso en esa dirección. El objetivo de las más de 250 acciones del plan que realizar en los próximos años es estrechar lazos diplomáticos y culturales y sentar unas bases de confianza mutua y de seguridad para impulsar no solo más inversiones de grandes firmas españolas sino también atraer el interés de las pymes.

La agenda del presidente en Angola y Senegal señala precisamente al bolsillo. Aunque la migración, la educación y la seguridad tendrán presencia en el programa, Sánchez viajará acompañado por una delegación de empresarios de, entre otros, Elecnor, AEE Power, TSK o Airbus, además de miembros de la CEOE y la Cámara de Comercio. Entre los actos previstos en el viaje a tierras angoleñas, el primero de un presidente del Gobierno desde el de Felipe González en 1992, Sánchez visitará una subestación eléctrica de Elecnor, presidirá un encuentro de empresarios y firmará junto a su homólogo angoleño, João Lourenço, un acuerdo de transporte aéreo y memorandos sobre pesca, agricultura e industria.

En Senegal, Sánchez arrancará la jornada con un encuentro de empresarios para después reunirse con el presidente Macky Sall y reconocer al contingente de la Guardia Civil y la Policía Nacional que lucha contra la inmigración ilegal —compuesto por 57 agentes, dos patrulleras y un helicóptero— y a los militares españoles del destacamento Marfil que combaten el yihadismo en el Sahel. Por último, el presidente visitará el Instituto Cervantes, que se inaugura este año y será el primero en África Subsahariana.

La elección de Angola y Senegal responde a las líneas marcadas por el Foco África, ya que ambos estados están designados como prioritarios en el plan de acción junto a estados como Ghana, Costa de Marfil, Tanzania, Mozambique o Kenia. Además, los tres gigantes africanos a nivel económico y político, Sudáfrica, Nigeria y Etiopía, son considerados países ancla por su peso político-económico y su influencia regional y el propio Senegal y Marruecos —cuya Reunión de Alto Nivel sigue pendiente tras dos suspensiones de última hora— son estados piloto, seleccionados para desplegar mecanismos de coordinación reforzada y desarrollar las acciones a replicar posteriormente en el resto de países.

Para Raimundo Robredo, director general para África del Gobierno de España y uno de los coordinadores del documento, el objetivo es construir en el continente un tejido de influencia política y económica para evitar errores del pasado como el poco músculo empresarial español en el despertar económico de Asia. “No haber tenido una presencia empresarial cuando China empezó a despegar es un error que aún pagamos y que deberíamos evitar cometer en África”, señala. Robredo compara el momento de África con el de Latinoamérica hace treinta años cuando, “si bien España no transformó América Latina, sí contribuyó significativamente a ello con la participación de empresas, el apoyo de procesos políticos o la participación en misiones de paz”. Para Robredo, España debe tomar posiciones ante los cambios en el continente. “Cuando África emerja dentro de unos años como la última frontera de la globalización y un continente estable y creciente, España debe haber establecido su presencia diplomática, política, empresarial, económica… Del mismo modo que España no transformó a América Latina, ahora España no va a transformar África, pero sí puede contribuir a su transformación”.

A diferencia de la Latinoamérica de los años ochenta, ahora España encontrará varios actores en el tablero africano. Además de Estados Unidos, el Reino Unido o Francia, y la gran irrupción del gigante chino, otros países como Rusia, Brasil, India o incluso Turquía piden paso en África. LA VANGUARDIA. XAVIER ALDEKOA

 

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