Borrell expresa la inquietud de la UE por la deriva autoritaria en Túnez

RPRESS Túnez, 10 septiembre 2021 (EFE).- El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, expresó hoy al presidente de Túnez, Kaïes Said, la preocupación de la Unión Europea por la deriva autoritaria en la que ha entrado el país desde que a finales de agosto se negara a restablecer la normalidad democrática que él mismo rompió un mes antes al suspender el Parlamento, cesar al primer ministro y arrogarse poderes excepcionales alegando una amenaza vital al Estado.

Desde entonces, Said, un experto en leyes que sorprendió al ganar las presidenciales de 2019 pese a carecer de experiencia política y partido, gestiona el país subido a un discurso populista y con el apoyo de la oligarquía financiera tradicional y el Ministerio de Interior, donde ha introducido cambios significativos.

Un movimiento, tildado de golpe de Estado por varios de los partidos políticos y por expertos locales e internacionales, que ha incluido, entre otras consecuencias, el cese de la negociación que el gobierno tunecino mantenía con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para un préstamo multimillonario que ayudara a impulsar su maltrecha economía, hundida por la falta de reformas y el impacto de la covid-19.

«Con el presidente Said, al tiempo que subrayé el respeto por la soberanía de Túnez, recordé el apego de la Unión Europea al anclaje democrático de Túnez, así como al respeto del Estado de los derechos y las libertades y derechos fundamentales», explicó Borrell.

«Le transmití las aprensiones europeas, las aprensiones sobre la preservación del acervo democrático en Túnez, que es el único que puede garantizar la estabilidad y la prosperidad del país. El libre ejercicio del poder legislativo y la reanudación de la actividad parlamentaria son parte de este logro y deben ser respetados. También discutimos los desafíos económicos, que son cada vez más urgentes y que la pandemia covid-19 solo ha empeorado», agregó.

Al hilo de este argumento, el político español, que es, asimismo, vicepresidente de la Comisión Europea, recordó que desde el triunfo en 2011 de la revolución que acabó con la dictadura de Zinedin el Abedin Ben Ali, Túnez y la UE «han construido una asociación estratégica y sólida» que cubre todas las áreas de interés común.

Desde entonces, «nos hemos comprometido más junto con el pueblo y las autoridades tunecinas para apoyar su decisión de construir una democracia sostenible y eficaz. Una democracia al servicio del pueblo. Y confirmo hoy y después de la visita al presidente, nuestro deseo y voluntad de continuar juntos este camino», agregó.

CAMBIO DE RÉGIMEN

El encuentro quedó empañado, sin embargo, por unas declaraciones de Walid Hajjem, unos de los asesores más cercanos al mandatario, quien aseguró que el plan de éste es acabar con el actual sistema de república parlamentaria y avanzar hacia una república presidencialista en la que el jefe del Estado asuma prebendas que la Constitución ahora otorga al Parlamento, como la elección del primer ministro y de los llamados ministros de Estado.

«Este sistema no puede continuar (…), cambiar el sistema significa cambiar la Constitución a través de un referéndum, quizás … el referéndum requiere preparación logística», explicó Hajjem, quien dio a entender que este plan se halla en la etapa final y se anunciará formalmente pronto, sin dar más detalles.

Sin aludir a este supuesto plan, revelado a la prensa a primera hora de la mañana, Borrell insistió en el deseo de Europa de que «se conduzca al país hacia el restablecimiento de la estabilidad institucional preservando estos cimientos democráticos».

«Todo ello, sin dejar de estar atentos a los deseos y aspiraciones del pueblo tunecino, en el marco de un diálogo abierto y transparente, que permitirá a Túnez retomar el camino de la consolidación democrática», dijo el político español antes de recordar que trasladará toda la información recopilada durante estos dos días al Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores, a la Comisión Europea y al Parlamento Europeo.

«Y, en última instancia, serán las acciones y las medidas concretas que se tomarán en las próximas semanas donde determinaremos cómo podemos apoyar y acompañar mejor la democracia, la estabilidad y la prosperidad en Túnez. Porque esa es nuestra voluntad y el objetivo que impulsa mi visita a Túnez», concluyó.

Una inquietud similar han expresado en la última semana tanto Estados Unidos, cuya delegación del Congreso tuvo una complicada visita al país, como el G7, que el lunes expresó su preocupación por el futuro de la democracia en el único país que había sobrevivido hasta la fecha al fracaso de las «primaveras árabes».

Javier Martín

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