«Human Rights Watch» es en realidad un instrumento en la campaña hostil y sistemática contra Marruecos

La Delegación Interministerial para los Derechos Humanos (DIDH) subrayó que "Human Rights Watch" (HRW) ha revelado su verdadero rostro como un instrumento en la campaña hostil y sistemática contra Marruecos, señalando positivamente la vitalidad civil a la vista de las reacciones espontáneas expresadas por representantes de peso de la opinión pública nacional, tras la publicación a finales de julio por esta organización de su informe titulado "Manual de técnicas de represión en Marruecos".

RPRESS Rabat, 4 agosto 2022.- «Al actuar de esta manera, esta organización hace caso omiso de los principios de profesionalidad, objetividad e imparcialidad, mostrándose así claramente como un instrumento en la campaña hostil y sistemática contra nuestro país. En cambio, las reacciones civiles de denuncia son edificantes», señala la DIDH en un comunicado recibido el miércoles por la MAP.

La Delegación cita, en apoyo de la misma, una declaración del Presidente del Consejo Nacional de Prensa (CNP), Younes Moujahid, quien destaca que «cualquiera que lea este informe llegará a la conclusión de que sus autores buscaban por cualquier medio comprometer a Marruecos», antes de señalar que «la mayoría de los autores de este tipo de informes residen en el extranjero, instrumentalizando sus posiciones políticas para poner informes sobre los derechos humanos».

Moujahid, citado siempre en el comunicado, también señaló que «estas organizaciones que cuentan con sus patrocinadores buscan alcanzar objetivos geoestratégicos y se trata, en consecuencia, de no tratar el tema con credulidad».

En su comunicado, la DIDH cita también la reacción de la Federación Marroquí de Editores de Periódicos (FMEJ), que señala que «dicho informe se ha atascado en una visión unívoca y no ha informado de ninguna reacción o interacción, tanto por parte de las partes oficiales como de las instancias profesionales nacionales, lo que lo convierte, en última instancia, en un documento que contiene una evaluación unívoca con un contenido revuelto y hechos obsoletos, arbitrariamente compilados sin ningún vínculo metódico realista y objetivo».

La Federación deploró también el hecho de que «los autores del informe incluso han demostrado su insolencia difamando y calumniando a los medios marroquíes».

El comunicado evoca también la reacción del Sindicato Nacional de Prensa Marroquí (SNPM) que ha señalado «este precedente en los anales de los informes internacionales» que representa la manifiesta animosidad que muestra el informe hacia ciertos medios nacionales en términos atentatorios contra la dignidad», subrayando que «la posición de los profesionales de prensa marroquíes ha sido clara, franca y categórica».

El comunicado cita también la reacción de la Asociación Marroquí de Derechos de las Víctimas (AMDV) que se opone a la parcialidad de esta organización que «defiende a los violadores multiplicando los contactos con sus familias, sus abogados y la asociación que los apoya, mientras que margina, en cambio, a las víctimas e incluso se molesta en escucharlas así como a sus abogados considerándolos instrumentalizados por el Estado, lo que representa un grave atentado a su dignidad y agrava aún más sus sufrimientos psicológicos, sociales y económicos».

En su comunicado, la DIDH recuerda que, en una respuesta abierta publicada el 24 de enero de 2022, precisó que «en lugar de revelar verdades y verificarlas antes de presentarlas de una manera objetiva, la organización Human Rights Watch ha cedido a la facilidad al comprometerse en una campaña política hostil hacia nuestro país».

Hoy, más que nunca, está claro que este informe de dicha organización revela la falsedad de una tesis sostenida bajo el velo de la defensa de los derechos humanos que se desmorona en tres niveles, a saber, el discurso, las relaciones con la justicia y el desprecio de las víctimas.

En el plano del discurso, la misma fuente informa también que este último informe de HRW muestra que «su discurso se basa en una literatura política extremista con intenciones calumniosas, un discurso propio de los movimientos extremistas pero que sigue siendo absolutamente ajeno al ámbito de los derechos humanos como se puede comprobar en el uso, de mala fe, de ciertos términos y expresiones: «De una manera u otra, te tendrán», «los asesinatos simbólicos», «un sistema judicial bajo control», «el intervencionismo del Majzen en la justicia», «las manipulaciones a la sombra del Majzen», «la intimidación» y «los ataques contra los adversarios».

Y considera, a este respecto, que «ningún observador objetivo encontrará un discurso semejante en la literatura de las organizaciones e instituciones internacionales interesadas en los derechos humanos» .

La DIDH destaca también que «la tesis de HRW» se desmorona en un segundo plano en su informe con respecto a la justicia marroquí, debido a que esta organización hace uso de expresiones de odio y rencores en su evocación de la justicia y de los veredictos, al mismo tiempo que intenta mejorar su imagen diciendo que ha asistido a juicios y consultado cientos de páginas sobre juicios, así como cientos de artículos de prensa, entre ellos actualizaciones oficiales del Ministerio Público marroquí y otros responsables.

«Así, esta organización intenta convencer a sus fieles de que ha seguido juicios sobre los que nunca ha hecho ninguna observación según las normas acordadas a nivel internacional. Por lo tanto, habría sido totalmente normal seguir esta lógica, pero la verdad es que nunca se ha molestado en publicar informes sobre cada uno de los casos mencionados en su informe. Además, hay que señalar que existe una diferencia entre el seguimiento del desarrollo de un juicio justo y la opinión de una o dos personas que esperan en la sala de los pasillos o incluso escuchan solamente la versión de una sola parte. Y por lo tanto, esta organización ha optado deliberadamente por poner en duda la credibilidad de la justicia penal marroquí atacándola en el plano político, un atajo fácil y rápido».

En el tercer plano, el desprecio de las víctimas, la DIDH deplora «la actitud hostil de la organización hacia las víctimas de las agresiones sexuales que no se apoya en ninguna norma, ni regla sobre el registro de los derechos humanos», indicando que la Asociación Marroquí de Derechos de las Víctimas se ha rebelado con vehemencia contra su exclusión por esta organización negándose a escuchar a las víctimas y su defensa.

«Después de todo esto, ¿qué misión de derechos humanos queda en Human Rights Watch, qué profesionalidad y qué defensa contra las violaciones puede todavía pretender asegurar induciendo a engaño a la gente?», se pregunta la Delegación.

Y concluye que «frente a esta flagrante imparcialidad de Human Rights Watch, que no es otra cosa que un instrumento en una campaña política contra nuestro país, podemos afirmar que la máscara de los derechos humanos ha caído sobre esta organización».

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